http://www.modaes.es/blogs/date-un-lujo/para-que-sirven-los-desfiles.html
¿Para qué sirven los
desfiles?
Con motivo de la mesa
redonda que moderó Marta Blanco en
septiembre en centro Conde Duque dentro las interesantes actividades que
organizó ACME, tuvimos un interesante debate en Twiter sobre la función de los desfiles
de moda. Como siempre aparece la justificación simplista que los desfiles se
hacen para vender. Y digo simplista porque espero que todo lo que hagamos en
nuestro trabajo sirva para vender más directa o indirectamente.
Pero para ejecutar bien
lo que se nos encomienda, sea lo que sea, hay que saber no solo cuánto una
acción determinada aumenta las ventas sino también cómo lo hace. Dentro del retail hay una muy necesaria
focalización en aspectos operativos de tienda. Aquellos que no pueden
permitirse tener una red de tiendas propias el foco se traspasa a una
importante presión por vender al multimarca. Esto hace que en muchas ocasiones
se olvide la importancia de creación de marca. No voy a entrar en detalle en el
tema de creación de marca con el que Inmaculada Urrea nos da lecciones
magistrales gratuitas en su blog, pero me voy a permitir compartir con vosotros
compartir el último trabajo fin de master que he tenido la suerte de dirigir en
el Master de Marketing de ICADE. Su autora, Mónica Caño, eligió un tema muy interesante analizando como
los desfiles de alta costura construyen sobre elementos de la identidad de
marca para crear imagen de marca a través de las apariciones en los medios de
comunicación.
Esto es asumir que toda marca que desfile, tiene que buscar contribuir al
desarrollo de marca, sea con retail
propio e incluso diría que es más importante si se trabaja en multimarca. Marca
no es la enseña o logotipo que esta en las fachadas o en las bolsas, marca no
es hacer publicidad o eventos, marca no es hacer unos productos con diseño,
artesanía o materiales de calidad, marca no es que el último arquitecto de moda
te diseña la tienda, no es hacer storytelling
para publicarlo en la web 2.0… Es mucho más profundo como habitualmente nos
cuenta Inmaculada.
Y no es solo una cuestión de tener mucho dinero, es más dónde y cómo se
invierte. Para esto nada mejor que fijar la misión de la marca, sabiendo a
dónde queremos ir es mucho más sencillo hacer una inversión estratégica del
poco o mucho dinero que tengamos. Cuando la ruta está bien marcada no nos va a
faltar dinero, nos faltará probablemente tiempo para que las cosas ocurran lo
antes posible.
En
el debate de Twitter decían que la moda española lo tiene difícil a causa de
los Inditex y compañía que antes se denominaban low-cost y ahora de low tienen poco por lo que mejor les deberíamos
llamar “fast fashion”. Alguien
comentaba que la forma de que los diseñadores españoles se desmarquen de esta
feroz competencia es uniendo moda y diseño para convertirlo en lujo. Lamentablemente
no es tan sencillo, para crear un producto de lujo hay que combinar tres
elementos en mayor o menor medida: el diseño de un artista, la calidad de las
materias primas y el trabajo de un artesano no deslocalizado para su
fabricación. Con esto ya tendríamos el producto. En función de cómo hayamos
combinado los elementos será único y o raro/extraordinario como explica Patrizia Calefato en su último trabajo. Con esto ya tenemos un
producto lujo? No, falta la marca, que arrope el producto con todo su valor y
legado emocional.
Este esquema creo que se puede reproducir para cualquier empresa de moda,
accesorios y complementos que quiera triunfar desarrollando marca. Así veremos
los desfiles, no como un fin en sí mismo para generar ventas, sino como un
elemento que construye sobre la identidad de la marca desarrollando el deseo y
haciendo soñar a los clientes. Y todo gracias a los medios de comunicación que
son clave en la creación de imagen de marca en los clientes. Y a esta
conclusión llega Monica Caño en su TFM que, como no podría ser de otra manera
comparto plenamente.